Como otras muchas cosas relativas al automóvil, el “Pace Car” (“Safety Car” en Europa) fue inventado en EE.UU. en 1911. Como elemento de seguridad, parte del espectáculo o herramienta de marketing, el “coche de seguridad” ha sido una constante en los 110 años de las 500 Millas de Indianápolis. Desde allí se exportó a los cinco continentes y –actualmente- está en vigor en todas las disciplinas de automovilismo mundiales.
La automoción ha experimentado con todo, desde la tracción animal a la energía atómica. Y las turbinas no han escapado a la prueba. De momento han demostrado que no son prácticas en el día a día, pero –en competición- demostraron su potencial en dos de las grandes pruebas míticas: las 24 Horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis… hasta que las prohibieron.