La sección “Q” de Aston Martin, dedicada a los vehículos especiales, acaba de presentar el DBR22, claramente inspirado en el DBR1 que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1959. Desgraciadamente no se trata de la vuelta de la marca británica a la competición de Resistencia, sino de un modelo exclusivo reservado para contados clientes adinerados que deseen explotarlo en “tracks days” de circuito.